La historia gourmet está marcada por sabores que han definido culturas y regiones, y sin duda, el queso parmesano es uno de esos íconos indiscutibles. Su origen se remonta a hace siglos en la Italia del norte, más precisamente en las provincias de Parma y Reggio Emilia, donde los monjes de la Edad Media buscaban producir un queso que pudiera madurar y conservarse por largo tiempo.
El parmesano, conocido en su tierra natal como Parmigiano Reggiano, es más que un simple ingrediente: es una obra de arte láctea con Denominación de Origen Protegida. Adorado por su sabor profundo y complejo, con notas frutales, a nuez y, a veces, caramelizadas, este queso es sinónimo de calidad y tradición. En la cocina, su presencia es una promesa de realce de sabor, capaz de transformar lo simple en sublime. Desde rociarlo sobre una simple ensalada de rúcula hasta integrarlo en platos más complejos como la salsa carbonara.
Hablando de salsa carbonara, este clásico de la cocina italiana—auténtico, sin crema de leche—se consagra cuando está cubierto de parmesano recién rallado. Este es el toque final que funde los sabores y texturas en el plato, donde los huevos crudos, tocino ahumado y la pimienta negra convergen entre los hilos calientes de pasta, generalmente los clásicos espaguetis, aunque la versatilidad de la salsa permite acompañar variados tipos de pasta.
Mercadona y su trío de Parmesano
En Mercadona, la tradición italiana del parmesano se hace accesible gracias a su selección de calidad. Para los amantes de la carbonara y más allá, propone tres versiones de parmesano Grana Padano, el primo del Parmigiano Reggiano, que si bien posee sutiles diferencias, conserva la esencia digna del mejor parmesano.
El Queso en Polvo Grana Padano Hacendado es la opción más práctica: listo para esparcir sobre tus platos y enriquecerlos con esos 33 gramos de proteínas por cada 100 gramos de producto. Con un perfil de grasas de 29 gramos y ninguna traza de hidratos ni azúcares, es un concentrado de sabor y nutrición puro.
Para los que prefieren una textura más rusticana, el Queso Grana Padano Hacendado en escamas es ideal. En su presentación en bote de 100 gramos, ofrece el sabor y la frescura del parmesano en láminas que seducirán tus sentidos, aportando la misma riqueza nutricional que la versión en polvo, manteniendo su presencia inconfundible en platos tanto fríos como calientes.
Por último, para aquellos que buscan la experiencia más cercana a lo que sería cortar un trozo de parmesano directamente de la rueda, la Pieza de Queso Grana Padano Zanetti emerge como la elección acertada. Con aproximadamente 230 gramos de autenticidad italiana este parmesano resguarda todos sus matices, listo para ser rallado o incluso saboreado en lonchas, porque no hay manera incorrecta de gozar de un parmesano de esta estirpe.
Cada versión del Grana Padano que ofrece Mercadona está producida en Italia, garantizando la autenticidad y manteniendo los estándares de calidad europeos en producción de quesos. Al elegir uno de estos, no solo estás llevándote a casa un producto de excelencia, sino que estás invitando a la tradición y el sabor a tu mesa. Y recuerda, para disfrutarlo en su máxima expresión, el parmesano debe ser conservado entre +2°C y +8°C y consumido dentro de los cinco días una vez abierto, ya que solo así sus sabores se mantendrán intactos y listos para transformar tus platillos.
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