A la hora de diferenciar un supermercado de un hipermercado, lo primero que sale a la luz es el tamaño del edificio. Mientras que los supermercados tienen un tamaño mediano, los hipermercados son grandes y por eso hay una importante diferencia en cuando al stock y el tipo de productos que se venden.
Existen otras diferencias que hacen a la relación entre los precios de los distintos productos, y también a la forma en que suelen estar decorados o su presentación visual. El supermercado por ejemplo tiende a tener más rasgos distintivos, como decoración. En cambio los hipermercados son más moderados y sencillos, permitiendo así que su gran extensión sea destacada principalmente por el tipo de productos que venden.
En la mayoría de los supermercados, los precios de los materiales están acordes a las tarifas del mercado. Pero las cadenas de hipermercados tienen fuertes descuentos y plataformas diferentes para lograr importantes reducciones en el precio. También tienen objetivos distintos en cuanto a modelo de negocios.
El supermercado es un centro minorista a gran escala, mientras que el hipermercado es una tienda minorista de gran tamaño. También las estrategias de venta son diferentes, ya que en los supermercados siempre encontraremos ofertas especiales de temporada, pudiendo ser ofertas de temporada festiva o descuentos especiales. En cambio, el hipermercado suele tener precios generalmente bajos todo el año, en comparación a la compra diaria en un supermercado.
El modelo de negocio y las ganancias
El supermercado se establece como unidad de venta para obtener beneficios de la venta de los diferentes productos, pero el hipermercado apunta a generar ahorro para los clientes. Los productos se venden a precios relativamente más bajos, y si bien en la cantidad el hipermercado sigue ganando dinero, los clientes que pueden acceder a este tipo de compras se ven fuertemente beneficiados.
La ubicación es otro factor importante a la hora de diferenciar un supermercado de un hipermercado. Los supermercados tienden a estar emplazados en ubicaciones centrales, de fácil acceso mediante distintos medios de transporte o incluso para llegar a pie o en bicicleta. De esta manera llegan a un mayor número de potenciales clientes. Los hipermercados, por su gran tamaño y el tipo de ventas mayoristas, se construyen e zonas suburbanas, principalmente en las afueras de las grandes ciudades. De esta forma es más fácil acercarse con vehículos de alto porte para comprar en cantidad y así aprovechar al máximo el potencial de cada compra.
Si bien el tamaño es el aspecto principal por el cual diferenciamos a un supermercado de un hipermercado, al final del día se trata de modelos de negocios con diferencias sustanciales. En un supermercado difícilmente logremos ahorros significativos en la totalidad de la compra, pero sí en productos específicos. Mientras que el hipermercado permite ahorrar dinero al fomentar la compra en mayor cantidad para diferentes productos que van desde frutas y verduras hasta galletitas, bebidas y productos de almacén de lo más variados. Se trata de escoger según el bolsillo y las propuesta de cada día.
